TRANSNACIONALISMO. LA DIMENSION
CULTURAL
(reflexiones
preliminares)
Carlos
Benjamín Lara Martínez
introducción:
Las líneas que pongo a
consideración de los lectores no constituyen más que reflexiones preliminares sobre
un tema que presenta un grado muy alto de complejidad, el cual no puede ser
comprendido sino es a través de investigaciones etnográficas y empíricas que
den cuenta de la manera como la cultura transnacional está incidiendo en las
transformaciones socioculturales que experimentan diversos sectores de las
naciones involucradas.
Tomo como punto de partida
para esta breve reflexión, mi trabajo de investigación sobre la formación del
grupo salvadoreño-calgariano en Canadá y mi más reciente experiencia (aún
inconclusa) en el municipio de Cacaopera, en la zona oriental de El Salvador[1]. Las experiencias adquiridas en estas
investigaciones proporcionan el universo empírico que me permite realizar una
reflexión preliminar sobre el transnacionalismo y su incidencia en la
configuración de la cultura.
Para abordar esta temática,
considero necesario distinguir, como ya lo han hecho otros autores (ver:
Mahler, S.: 1998), entre dos procesos estrechamente relacionados pero que
pueden diferenciarse para fines de estudio: por una parte, los procesos de
globalización de la cultura, que tienen que ver con la formación de espacios
que son más o menos similares en todos los países del mundo, estos son, centros
comerciales, medios de comunicación de masas, hoteles, lugares de comida
rápida, y otros; y, por otra parte, aquellos fenómenos que emergen de
poblaciones que comparten y se desenvuelven en dos o más sistemas culturales
que corresponden a diferentes naciones.
Estos últimos son a los que se les puede aplicar el término de
transnacionalismo.
Así, la transnacionalización
de la cultura se refiere al desarrollo de procesos socioculturales que
atraviesan las fronteras nacionales y que están relacionados con los sistemas
culturales que se desenvuelven en dos o más naciones. Se comprende, entonces, que si bien los procesos de
transnacionalismo incorporan un universo más amplio que el de los movimientos
de población a diferentes países, es claro que los fenómenos de migración
constituyen un escenario privilegiado para el estudio de este fenómeno. Es por ello, que al hablar de
transnacionalismo daremos especial énfasis a los procesos de migración hacia
otros países con cultura diferente.
el caso de los salvadoreño-calgarianos[2]:
En 1991 realicé una investigación con la Universidad de Calgary, Canadá, sobre la migración de la población salvadoreña a esa ciudad. Esta investigación se realizó bajo una perspectiva holística, es decir, se mantuvo como interés central dar cuenta de los diversos aspectos que intervienen en el proceso de migración e integración de la población salvadoreña a la ciudad de Calgary, tomando en cuenta que esta ciudad representa un medio completamente diferente a la sociedad de origen, tanto desde una perspectiva ecológica (el medio ambiente físico) como desde una perspectiva sociocultural (dinámicas económica, familiar, política y simbólica), por lo cual la integración de los salvadoreños a esta ciudad significa una transformación radical de sus patrones de vida.
Para interpretar
adecuadamente la migración de los salvadoreños a Calgary, se tomó el modelo de
las peregrinaciones rituales, pues éstas constituyen un aspecto central de la
cultura salvadoreña y representan una metáfora adecuada para hablar del proceso
de migración. El migrante, como el
peregrino, va "de aquí a allá, de lo cerca a lo lejos" (Grimes, R.:
1981: 57). Los dos movimientos tienen
una meta similar: el peregrino está buscando una Tierra Santa, el migrante
quiere alcanzar una tierra donde pueda vivir en paz y en la que pueda satisfacer
sus necesidades básicas.
La mayoría de mis
informantes señalaron que a ellos les gusta la ciudad de Calgary porque es una
ciudad pacífica y calmada, en la que tienen lo necesario para vivir. Un informante recalcaba que si su abuela hubiera
sido millonaria, ella no le hubiera dado tanto como Canadá le ha dado. De acuerdo con este informante, un mecánico
de San Miguel, Canadá le dio casa, comida, ropa y todo lo que él y su familia
necesitaban. Otro informante dijo que
su esposa entendía que ir a Canadá significaba un mejoramiento para ellos. En este sentido, Canadá representa para los
migrantes salvadoreños una tierra pacífica de "leche y miel", para
usar una metáfora tomada de la Biblia Latinoamericana.
Sin embargo, es importante preguntarse,
para continuar con nuestra metáfora, ¿cuál es el significado último de Tierra
Santa? La Tierra Santa puede concebirse
como una tierra purificada, a la cual los peregrinos van a limpiarse sus
pecados individuales y sociales, esto es, representa un espacio liminar donde
los creyentes se encuentran liberados temporalmente de las estructuras que
rigen su vida diaria. Desde esta
perspectiva, la Tierra Santa representa, ante todo, un espacio donde los
peregrinos encuentran lo que no han podido alcanzar en su vida cotidiana. De la misma manera, los migrantes
salvadoreños construyen un modelo ideal de Canadá de acuerdo con el cual ellos
encuentran en ese país lo que no pudieron hallar en el suyo propio. Canadá, y en particular Calgary, representa
para los salvadoreños la negación de la vida cotidiana en El Salvador y, por
tanto, la negación de la estructura social y de la situación de violencia que
domina ese país. En este sentido,
detrás del proceso de migración, como en las peregrinaciones, encontramos la
idea de liberación.
Esta idea está relacionada
con el hecho de que la migración de los salvadoreños a Calgary ha sido
provocada por una situación de opresión social, tanto en un sentido político
como económico. La mayoría de mis informantes
mencionaron la situación política como la razón principal que les obligó a
dejar su país: "por razones de seguridad", señaló un informante. Conflicto político, guerra y violencia,
constituyen las razones principales por las cuales los salvadoreños salieron de
El Salvador. En muchos casos ellos han
sufrido la pérdida de un pariente cercano o la amenaza de muerte a su persona o
a un familiar dependiente de ellos.
Otros migrantes resaltaron la necesidad de mejorar sus condiciones
materiales de vida, pues "en El Salvador se vive con muchas
carencias", puntualizó un informante.
En este contexto, se pueden
establecer los símbolos dominantes que han orientado el proceso de migración de
la comunidad salvadoreña a Calgary:
EL
SALVADOR è
TIERRA DE OPRESION è
TIERRA DE VIOLENCIA Y CARENCIAS CANADA è TIERRA SANTA è TIERRA DE PAZ, LECHE Y MIEL |
Como Víctor Turner ha
resaltado en LA SELVA DE LOS SIMBOLOS (1980),
los símbolos dominantes son símbolos que no pueden ser considerados como meros
medios para la realización de una actividad simbólica específica, sino que
ellos representan fines en sí mismos, esto es, constituyen valores axiomáticos
para el pueblo que lleva a cabo la actividad simbólica. Así, los símbolos dominantes constituyen
puntos realativamente fijos tanto para la estructura social como para la
cultura, e incluso sirven como puntos de unión entre ambas estructuras.
En el caso que estamos
examinando, Canadá y El Salvador representan símbolos dominantes que producen
una acción específica, la migración de los salvadoreños a Canadá. Estos símbolos no sólo orientan la migración
de los salvadoreños a ese país del norte, sino que también constituyen puntos
fijos de la cultura y la estructura social de los salvadoreños en general,
incluyendo a aquéllos que permanecen en su país. Esta representación simbólica favorece la aceptación de los
salvadoreños de la cultura norteamericana, tanto por parte de aquéllos que
migran a norteamérica como de los que nunca salen de su país, creando un clima
favorable para los procesos de transnacionalización de la cultura.
Tomando como base el modelo
de las peregrinaciones rituales, se puede reconstruir el proceso de inmigración
de los salvadoreños a Calgary. Este
proceso puede concebirse como un ritual de pasaje, en el sentido que supone el
tránsito de una condición sociocultural determinada, que está representada por
la sociedad salvadoreña, a otra condición cualitativamente diferente,
constituida por su integración a la sociedad calgariana y su configuración en
un nuevo grupo étnico, los salvadoreño-calgarianos.
En este sentido, en la
migración de los salvadoreños a Calgary pueden identificarse las tres fases que
caracterizan a los rituales de pasaje: separación, limen o marginalidad e
incorporación.
La primera fase se
identifica con la partida de los salvadoreños de "la tierra de la
opresión". Para los campesinos,
sin embargo, la migración comienza al interior de El Salvador, pues muchos
viajaron primero a San Salvador o a otros lugares del país, huyendo de la
violencia en sus pueblos o cantones.
Para la mayoría de los
salvadoreños no fue fácil salir de El Salvador. Muchos tuvieron que salir ilegalmente, otros esperaron de 6 meses
a un año para obtener sus papeles. La
mayoría salieron del país sin sus familias, viajaron sin conocer a nadie. Es importante señalar que, al menos entre
los salvadoreño-calgarianos, normalmente son los hombres del grupo familiar
quienes primero parten para el extranjero.
El camino es peligroso y ellos deben de proteger a sus mujeres e
hijos. Sin embargo, la decisión de
salir del país la toman con sus esposas.
El viaje a Calgary puede
durar de un día a varios años. Esto depende
de la clase social a la cual los migrantes pertenecían en El Salvador, pero la
mayoría (alrededor de un 80%) salía de los sectores bajos. La principal ruta usada por los migrantes es
la siguiente:
SALVADOR
è MEXICO
è SUR DE LOS EE.UU.
è CANADA GUATEMALA |
El primer lugar al cual mis
informantes hicieron referencia fue México.
Algunos salvadoreños se asentaron en el Estado de Chiapas, otros fueron
a la ciudad de México u otros Estados de ese país. Estos salvadoreños dejaron México porque querían mejorar su
condición económica.
Pero muchos salvadoreños
únicamente pasan por México para llegar a los Estados Unidos, en donde tienen
parientes y familiares que pueden recibirles.
Estos migrantes no tienen parientes o amigos en México. Su paso por este país representa un calvario
que deben sufrir para alcanzar la tierra de paz, leche y miel. Sufren los abusos y malos tratos de los
cuerpos especiales de policía, como la judicial, quienes les roban todo su
dinero. Tienen que atravesar México sin
un centavo en la bolsa, comiendo tortillas con chile por varios días. Sin embargo, normalmente encuentran la
solidaridad del pueblo mexicano.
México, en este contexto,
representa una prolongación del estado de opresión. Si en su propio país los salvadoreños sufrían los abusos del
Ejército Nacional y los cuerpos policiales, en México esta situación de
arbitrariedad continúa aunque en menor escala.
México puede representar una disminución del grado de opresión y
sufrimiento, pero la estructura de opresión social es esencialmente la misma.
La mayoría de los
salvadoreños que han pasado por los Estados Unidos tenían parientes o amigos en
el sur de ese país. Las comunidades
salvadoreñas en los Estados del Sur de los Estados Unidos son bastante amplias,
y muchos salvadoreños tienen conocidos en Florida, Texas y California. Por tanto, el Sur de los Estados Unidos es
un punto importante de referencia para los salvadoreño-calgarianos.
Esta región representa el
espacio en el cual los salvadoreño-calgarianos comenzaron a experimentar el
nuevo sistema social en el que tendrán que vivir; es, en gran medida, un
espacio donde los migrantes experimentaron un sistema sociocultural que está
entre el sistema latinoamericano y el norteamericano. En este sentido, el Sur de los Estados Unidos representa un
espacio interestructural o de liminaridad sociocultural en su migración a Calgary. "Yo me sentí identificada con California
-remarcaba una informante- porque yo tenía mi mundo latinoamericano y mi mundo
americano". En este espacio
liminar los migrantes comenzaron a sentir el conflicto entre el sistema de
normas y valores sociales que caracteriza a la cultura salvadoreña y el sistema
que domina la sociedad norteamericana.
Este es el espacio donde los salvadoreño-calgarianos comenzaron a crear
su nuevo sistema de normas y valores sociales.
Finalmente, los salvadoreños
llegaron a Canadá. La mayoría de mis
informantes señalaron que ellos fueron a ese país porque en Estados Unidos no
podían obtener una condición legal, mientras que Canadá les ofrecía el estatus
de legalidad. Además, insistieron, el
Sur de los Estados Unidos es sumamente violento, por lo que no se puede encontrar
seguridad ni estabilidad.
La mayoría de los
salvadoreños han llegado a Calgary sin conocer a nadie. Sólo un 40% de mis informantes han ido a
Calgary porque tenían un pariente, un pseudopariente (compadre o hermano en la
fe) o un amigo viviendo en esa ciudad.
Esto muestra que para la mayoría de los migrantes salvadoreños Calgary
es una tierra extraña.
Pero a pesar de ser una
tierra extraña, el gobierno de Canadá les proporcionó, por ser refugiados
políticos, un apartamento amueblado y un cheque para víveres, ropa y
transporte, para poderse ubicar en Calgary mientras conseguían trabajo. Cada uno de los migrantes tenía un
consejero, quien les ayudó a conseguir su primer trabajo, facilitando así su
proceso de integración a la sociedad calgariana. De esta manera, los salvadoreños sintieron haber alcanzado la tierra de paz, leche y miel.
Por otra parte, los
salvadoreños sienten la dificultad de vivir en un sistema social que en muchos
aspectos contradice su propio sistema de normas y valores sociales. La ética del trabajo y la disciplina, por
ejemplo, constituye un serio obstáculo para el desarrollo de sus relaciones
sociales. "Sí, porque aquí no se
trabaja para vivir, sino que se vive para trabajar", afirmaba un
salvadoreño. Las normas y los valores
que gobiernan la relaciones al interior de la familia canadiense, las cuales
favorecen a la persona por encima de la unidad del grupo, constituyen otro
ejemplo, pues destruyen la unidad de la familia salvadoreña.
Así, se podría señalar la
contradicción que viven los migrantes salvadoreños: ellos han alcanzado el país
de paz, leche y miel, pero tienen que vivir en una tierra extraña, en la cual
ocupan los peldaños más bajos de la estructura social, y cuyo sistema dominante
de normas y valores sociales se encuentra en contradicción con el suyo
propio. El precio que tienen que pagar
por vivir en Calgary es alto: cambiar su estilo de vida. En síntesis, el esquema de la migración a
Calgary puede representarse de la siguiente manera:
Tierra de opresión | è | Continuidad en la estructura de opresión |
è | Espacio liminar: inicia liberación |
è | Espacio liminar: liberación | è | Discriminación |
El Salvador | è | México | è | Sur de los EE.UU. | è | Canadá (Tierra
Santa) |
è | Canadá (sociedad cotidiana) |
Sistema nativo de normas y valores | è | Continuidad cultural | è | Espacio liminar: inicia cambio cultural | è | Espacio liminar: cambio cultural | è | Integración a la cultura anadiense |
la incidencia en la sociedad salvadoreña:
Hace falta mucha más
investigación para determinar la manera cómo los procesos de
transnacionalización de la cultura están incidiendo en la sociedad salvadoreña
y en las diversas sociedades locales que la componen. Pues, la incidencia de la cultura transnacional no es simple, en
algunos aspectos puede provocar procesos de transformación sociocultural, pero
en otros puede reforzar la dinámica propia de la cultura local (Mahler, S.:
1998).
El hecho que la población
salvadoreña mantenga la representación simbólica de Norteamérica (Estados
Unidos y Canadá) como tierra de leche y miel o tierra de las maravillas, como Sarah Mahler le denomina a propósito
de los salvadoreños de Long Island (Mahler, S.: 1995)[3],
constituye un punto de partida importante, ya que esta representación
predispone a la población salvadoreña a aceptar la cultura dominante de Estados
Unidos y Canadá y a integrarla a la suya propia. Tal y como lo he podido constatar en Cacaopera, esta
representación es compartida por el grueso de la población de este municipio.
Por otra parte, los
migrantes no rompen lazos con sus poblados de origen. En el caso de Cacaopera, los migrantes no sólo mandan remesas a
sus parientes cercanos, sino que también han constituido un comité de apoyo que
está trabajando para mejorar el municipio.
Por el momento, han dado los fondos para pintar la iglesia y el
campanario del pueblo y en dos ocasiones han visitado como comité a Cacaopera,
manteniendo reuniones con los mayordomos.
Esto muestra que los migrantes pueden jugar un papel de trascendencia en
el reforzamiento o potenciación de las identidades locales y étnicas[4].
Por último, algunos
migrantes mejoran sus condiciones materiales de vida y las de sus familias, lo
que se manifiesta en la construcción de casas de ladrillo y cemento y la compra
de aparatos eléctricos y diversos materiales de trabajo. Esto puede provocar transformaciones en las
estructuras socioeconómicas de las sociedades locales. Además, la experiencia de trabajo en los
Estados Unidos y Canadá puede ayudar a que los migrantes desarrollen una
mentalidad empresarial que al retornar a sus poblados quieran aplicar. En este sentido, el trabajo con los
retornados puede ser de mucha utilidad.
bibliografía citada:
Grimes, Ronald:
1981 SIMBOLO Y
CONQUISTA. RITUALES Y TEATRO EN SANTA
FE, NUEVO MEXICO, FCE., México.
Lara M., Carlos Benjamín:
1994 SALVADOREÑOS
EN CALGARY. EL PROCESO DE CONFIGURACION
DE UN NUEVO GRUPO ETNICO, Dirección General del Patrimonio Cultural, San
Salvador.
Mahler, Sarah J.:
1995 AMERICAN
DREAMING. IMMIGRANT LIFE ON THE MARGINS,
New Jersey, PINCETON UNIVERSITY PRESS.
1998 "ENGENDERING
TRANSNATIONAL MIGRATION: A CASE STUDY OF EL SALVADOR", 1998
Turner, Víctor:
1980 LA
SELVA DE LOS SIMBOLOS, S.XXI, Madrid.
[1] Este último trabajo de campo es parte de una investigación que estoy realizando con América Rodríguez Herrera sobre las comunidades indígenas de Izalco y Cacaopera.
[2] Este apartado está basado en mi libro: SALVADOREÑOS EN CALGARY. EL PROCESO DE CONFIGURACION DE UN NUEVO GRUPO ETNICO, San Salvador, 1994.
[3] La categoría de paz considero que es específica de Canadá, pues Estados Unidos no es una sociedad tan pacífica como la canadiense.
[4] Recordemos que las mayordomías están vinculadas en Cacaopera con la identidad indígena.