REMESAS
FAMILIARES Y COLECTIVAS
(puntos
para una discusión)
Maribel
Carrera Guerra
A)
Tendencias
y factores relacionados con la estabilidad de las remesas familiares
1.
Existen varios aspectos desconocidos sobre los flujos migratorios
centroamericanos que impiden establecer escenarios futuros en relación a las
remesas. El principal es la
cuantificación de su dimensión y su crecimiento;
éste no se conoce por la falta de registro estadístico desde las áreas
de expulsión (el caso Guatemala por ejemplo) y
el carácter indocumentado de buena parte de emigrantes (aunque de la
población internada, éste sector no llegaría a constituir más de un 20%).
Las estimaciones dicen de un crecimiento aún sostenido de la emigración
de centroamericanos hacia el norte, aún
cuando la distensión de los conflictos políticos llegaron a su fin.
Ciertamente una buena parte de los emigrantes centroamericanos llegaron a
Estados Unidos en la primera mitad de los 80, pero en los noventa muy
probablemente llegó una cantidad superior a aquella, y aún no se cuenta con
nuevas referencias censales de inmigrantes en Estados Unidos después de 1990.
2.
Otro aspecto importante para determinar tendencias futuras de las remesas
familiares es la necesidad de estudios de seguimiento a la evolución
sociodemográfica de la población inmigrante, pues en su carácter descansan
gran parte de las variables que influyen en la estabilidad y crecimiento del
flujo de remesas. Por ejemplo las siguientes:
Factores
asociados a la estabilidad/ crecimiento de las remesas |
Favorablemente |
Desfavorablemente |
·
Hogar del emigrante |
Con
compromisos con el hogar núcleo en país origen |
Forma
hogar en EEUU/ rompimiento
con pareja |
·
Cambios |
Posible
retorno al país de origen--- formación de patrimonio |
Reunificación
familiar en EEUU----formación de patrimonio |
·
Generación de migrantes |
Primera y
Nuevos emigrantes |
Siguientes
(hijo/as nacidos en país destino) |
·
Inserción ocupacional en EEUU |
Documentado/a Mejor
calificación Redes
sociales |
Estatus
migr. no regularizado Poco
dominio del inglés Baja
calificación |
·
Características del remitente de remesas |
Jefes
de hogar e hijo/s Mujeres
|
Otros
familiares remitentes Hombres |
La estabilidad, monto y regularidad de envío de remesas están influídas
enormemente por la calidad de la inserción de los emigrantes en el país de
origen. La inserción en general
tiene que ver con la posibilidad de retornar al país de origen o de buscar
hacer su propia vida en el otro país, en consecuencia tiene que ver con el tipo
y permanencia de vínculos con el país de origen.
Mientras que la inserción ocupacional tiene consecuencias directas en
los ingresos obtenidos.
Por
otro lado, como ya han señalado
diversos estudios, al paso de los años
el volumen de las remesas tiende a bajar debido los cambios sociodemográficos
en las generaciones de inmigrantes (segunda generación).
También es el caso de los hogares reunificados en el país destino,
pues la migración es un
proceso que involucra al hogar y en el transcurso de los años, habrá emigrado
una buena parte del núcleo familiar.
A pesar de esos factores en contra de la estabilidad y crecimiento de las
remesas, su volumen total no baja
debido a los nuevos emigrantes y a la diversidad de generadores de remesas.
3.
Un tercer aspecto a tomar en cuenta son las condiciones contextuales de
la migración: por un lado, las causas o motivaciones en el país de origen que
actúan favorablemente, y por otro, las condiciones de tránsito e internación
al país destino que observan una tendencia desfavorable al crecimiento de los
flujos.
·
Sobre las primeras, se ha confirmado que mientras las condiciones de
incertidumbre económica y social no se modifiquen sustancialmente, la emigración continuará siendo una “opción” para
grandes sectores de población. En
ese sentido, vale la pena revisar cómo las políticas internas de los paìses
de origen lejos de favorecer oportunidades a estos sectores, han incrementado
las adversidades en las que se produce la vida de estos hogares. El clima de estabilidad política ha favorecido un
crecimiento importante de las inversiones,
pero con una muy limitada capacidad para incentivar el empleo de forma
permanente. Mientras que el
crecimiento de la oferta de servicios ha tomado un rumbo neoliberal que muy poco
tiene que ver con ampliar los satisfactores sociales.
Este contexto incentiva los flujos migratorios de toda una población no
contemplada en esas políticas.
· Las condiciones de tránsito y de internación, están relacionadas ante todo por las políticas de los gobiernos a contener, controlar y regularizar los flujos migratorios. Observando el endurecimiento en las políticas de Estados Unidos, México, e incluso de los mismos países centroamericanos en los últimos cuatro años, nada indica que su tendencia se pueda revertir. Los gobiernos centroamericanos, aún actuando en conjunto, no logran obtener una posición fuerte en su gestión o negociación en este tema frente a Estados Unidos. Hay personas que aseguran que esa posición sólo se podrá fortalecer cuando la comunidad inmigrante centroamericana en Estados Unidos logre consolidarse y actuar como tal desde dentro.
B)
Destino
y uso de las remesas familiares
Desde hace algunos
años, el tema del uso de las
remesas se ha venido discutiendo en la región, dada la relevancia que éstas
han adquirido en las economías de los países de origen,
pues compiten con (o
sobrepasan) los principales ingresos por exportación.
Acerca
del destino de las remesas familiares, los estudios han mostrado que un alto
porcentaje de èstas se utiliza para el sostenimiento del hogar.
Una encuesta realizada en 1990 por CEPAL encontró sin embargo que de las
familias receptoras de remesas, había
entre un 10 y 16% aplicaban alguna
parte de ellas a fines productivos como: compra de terrenos o casas, locales de
comercio y ahorros para montar pequeños negocios.
Este
porcentaje no es nada desdeñable. Desde
el punto de vista de los remitentes de remesas,
debe considerarse que no siempre tienen un empleo permanente y sus
condiciones laborales son precarias en términos de contratación.
Se requieren varios años para que el emigrante logre consolidar un
ahorro y para que quienes reciben las remesas las usen de manera directamente
productiva. También, que
una gran parte de este sector es trabajador asalariado y su capacidad de inversión
el país de origen se logra concretar con significancia una vez que éste
retorna, ya sea en forma definitiva o espaciando las estancias.
Mientras que por el lado de los receptores, el esfuerzo de ahorro es
notable dada la condición de pobreza de la gran mayoría de estos hogares.
Así,
según informaciones de los emigrantes, el uso de las remesas sigue las
siguientes tendencias. Primero, el
mantenimiento del hogar (consumo,
salud, vestido, educación), segundo,
el mejoramiento o construcción de vivienda;
tercero la compra de un terreno para cultivar o sólo como inversión, o
la compra de un vehículo usado; y
finalmente la inversión en pequeños negocios.
Se consideran que esa tendencia muestra la misma lógica con la que se
gastan otros ingresos del hogar, pues
ello se relaciona con el contexto del país de origen que condiciona la emigración.
Una inmensa mayoría de los remitentes de remesas son emigrantes de menor antigüedad,
o bien de la primera generación, que mantienen compromisos familiares de algún
tipo en el país de origen, con lo
que el uso final de las remesas sigue más bien la lógica de las necesidades
del hogar receptor.
La
inversión en vivienda o compra de terrenos parece ser el principal rubro de impacto de las remesas después
del consumo. En la encuesta de
CEPAL mencionada, gran parte de los
hogares receptores de remesas que aplicaban parte de éstas a fines productivos,
lo hacían comprando tierra o animales, mientras
que en un estudio sobre Santa Eulalia (Guatemala) (Popkin: 1997)
se encontró que un 59% de los hogares receptores de remesas habían
comprado un terreno o casa utilizando esos recursos.
En ciertas regiones rurales, los
emigrantes que envían ahorros para construcción de vivienda o compra de
terreno tienden a ser personas que no reunificarán a su familia en el país
destino y construyen una base patrimonial para su eventual retorno.
Se
puede prever que las tendencias en
el uso de las remesas familiares seguirán este mismo curso,
mientras que continúe un entorno institucional que no alienta la pequeña
inversión y ahorro, pero sobre
todo porque la emigración se inscribe preferentemente dentro de las lógicas de
los hogares en pobreza para enfrentar parte de las adversidades.
En ese sentido, ninguna política
de incentivo para el ahorro e inversión de las remesas familiares tiene cabida
si no se aumenta y mejora sustancialmente la inversión social e infraestructura
física en las localidades de origen de los emigrantes.
Tema
aparte son los negocios e inversiones de emigrantes en el país de destino,
quienes tienen otro nivel de inserción económica y social.
Sin embargo, se desconoce hasta qué punto este sector influye en el uso
y destino de las remesas. Su
estudio es por demás importante, puesto que se ha informado de su potencial
para vincular insumos y productos entre el país de origen y el de destino,
tanto como habilidades empresariales y tecnologías.
No se conocen estudios regionales sobre hasta qué punto se han
desarrollado redes de pequeños y medianos negocios de inmigrantes,
de tipo formal o informal, entre países de origen y de destino.
C)
Remesas
colectivas
Sobre lo que se
llama “promover un uso productivo de las remesas” existen pocas e
infructuosas experiencias de políticas en la región.
CEPAL (1998) clasifica los diversos intentos en tres clases: a) las orientadas a aumentar el flujo de remesas y facilitar
el ahorro del emigrante en los bancos del país de origen;
b) las dirigidas a formentar el ahorro y la inversión entre los
receptores; y c) las que tienen
como fin prover directamente proyectos de desarrollo comuniario o de tipo
productivo, financiados total o parcialmente con remesas colectivas.
Las
primeras dos clases de medidas se dirigen a promover el ahorro e inversión de
manera genérica entre los emigrantes y familiares, como cualquier otra población.
En la práctica, los agentes involucrados en la intermediación de
remesas no se han mostrado interesados en generar otros mecanismos dirigidos a
los emigrantes, más allá de
captar sus posibles ahorros e ingresos. La
facilitación de cuentas en dólares ha sido un mecanismo ofertado de manera muy
marginal. Mientras que una gran
cantidad de empresas comerciales se dedican también a tratar de captar los
ingresos de los emigrantes por medio de la oferta de bienes en Estados Unidos y
entregados en el país de origen.
La
tercera clase de medidas recientemente ha llamado la atención como una fórmula
que ya ha demostrado un uso productivo de las remesas,
pero esta vez de las colectivas. Es
decir, las transferencias de dinero y especie que agrupaciones de emigrantes en
el país destino hacen llegar a las comunidades de origen con destino a
proyectos locales y asistencia humanitaria de todo tipo.
Las agrupaciones de emigrantes centroamericanos, organizados por afinidad de origen, aunque de factura reciente, ha observado un crecimiento notable en la segunda mitad de los años 90. Experiencias de salvadoreños y guatemaltecos por ejemplo, han mostrado el enorme potencial de estas agrupaciones para contribuir y movilizar recursos y esfuerzos a favor del desarrollo local. Gran parte de su potencial estriba en que la emigración de centroamericanos afirman sus vínculos con la tierra de origen y desarrollan éstos en diversos ámbitos desde la sociedad receptora. A pesar de que muchas de ellas aún no son organizaciones consolidadas (ni con estatus legal para actuar como NGO) su capacidad de recaudación, envío y desarrollo de actividades en la tierra de origen, muestra que ese potencial será desarrollado en los próximos años.